por Javier Álvarez Rojas

Sobre el Arte

A lo largo del tiempo, a través de todos los periodos de la humanidad, el arte siempre nos ha parecido impactante, sorprendente, y lleno de encanto por casi todos los seres humanos. Desde siempre el arte ha sido un generador de grandes movimientos y movilizaciones y aunque pacifica y desinteresada, el arte ha sido un medio realmente revolucionario que ha llevado al ser humano a distinguirse por sobre los animales, acercándonos quizá un tanto a los dioses y nos ha ayudado a ser más civilizados.

El arte siempre ha estado familiarizado con objetos funerarios, joyas preciosas, tesoros, monumentos, cofradías, etc., el arte siempre ha engalanado las cuestiones más abstractas inherentes al ser humano, desde el poder, la riqueza, la fama, la desesperanza o cualquier otro atributo humano, recreándonos, y reconstruyéndonos, cada vez que entramos en contacto con él.

¿Qué diferencias hay entre el dibujo y la pintura?

-Comencemos creando un marco histórico para entender estos dos aspectos, para los antiguos egipcios el arte era un todo, que estaba formado por varias partes, entre ellas el dibujo es una de esas partes, junto con  el grabado en piedra, la escultura, la pintura y la fonética, el dibujo contribuía a transmitir un mensaje; Todos estos elementos cumplían una labor, la de ser interlocutor de un algo simbólico, esto es a la razón de ser interpretado por un respectivo público, así es como metódicamente los egipcios dibujaban en sus palacios, en las paredes de sus tumbas o incluso en sus papiros. De esta forma cada oficio cumplía un rol dentro del arte, que servía para que el objeto decorado se convirtiera en un objeto significante.

Para los griegos, sin embargo, el objeto de arte debía ser un objeto que cada vez más se pareciera a la realidad, lo otro era que el significado debía encontrarse en medio de belleza, cautivada en la obra artística, a diferencia de los antiguos egipcios, las obras de los griegos, promulgaban más que por mensajes de ultratumba y muerte, mensajes y contenidos alegóricos que expresaban muchas cuestiones de sus propios dioses que desprendían un aroma de vida e incluso de inmortalidad.

El dibujo de los egipcios era la base del significante de la obra de arte, pero era resaltado con medios como el grabado en piedra, la escultura y por último la pintura, de todo esto se puede leer que tanto el dibujo como la pintura constituían dos procesos distintos, por un lado, el dibujo siempre cargado de un contenido-mensaje y por otro lado estaba la función que cumplía el coloreado de la obra, que engalanaba y embellecía el dibujo y le dotaba de vivacidad y de realeza.

Para los antiguos griegos el dibujo fue una práctica, donde exploraron todas sus destrezas artísticas tanto en el periodo cásico como en el helenístico, de todo ello no queda más que la añoranza y el fervor por ese tipo de espíritu, porque muy poco dibujo ha llegado a sobrevivir a estos tiempos, algo sin duda lamentable, el único dibujo que podemos apreciar de los griegos se encuentra en la superficie de cerámicas; vasos, ánforas, recipientes funerarios y todavía más aún inherente en las proporciones de la famosa escultura griega.

Respetuosos del fervor del arte clásico los artistas del renacimiento italiano redescubrieron en el siglo xv principalmente mayores motivos para retomar el arte del dibujo y de la pintura, y fueron, iglesias, palacios, templos, colecciones particulares los soportes para estas artes.

Un mundo de luces y sombras, la atracción por el negro.

Sin duda uno de las cualidades por los cuales reconocemos el dibujo, es por su uso monocromo de colores oscuros, sanguina, sepia, tonos de tierras y negro son las tonalidades más reconocibles del dibujo, pero es sin duda el color negro aquel que aglutina mejor todas las sombras, reflejo de oscuridad; el negro es el color por antonomasia del todo, no solo sirve para sacar todo tipo de grises y de tonalidades, sino también que refuerza la idea de un todo que encierra y comprende la falta de luz (teoría lumínica) o por el contrario también representa la presencia de todos los colores (teoría corpuscular). Es este color el que por cientos de años ha representado mejor nuestra necesidad de soñar, imaginar y de revelar los sentimientos y pasiones humanas de un mundo inconsciente y misterioso.

Los placeres de la pintura

De todas las artes plásticas existentes es el oficio del pintar el que más celo genera y arrebatos promete al artista pintor, de todas las manifestaciones sensibles es la pintura el oficio que más profesa admiradores en todo el mundo, y que a lo largo del tiempo suscita mayor asombro.

Obras de arte realizadas en pintura como son: La Gioconda, Los Girasoles de Van Gogh, La Noche Estrellada, El Guernica de Picasso, o las pinturas Mark Rothko y de los expresionistas abstractos americanos, son cada día más reconocidas por personas de todo el mundo, pero sin duda uno de los más grandes atractivos de pintar, es el placer que genera en el cuerpo de los artistas y en sus propias almas.

La práctica del arte de la pintura es quizá una de las que más demanda paciencia, de la misma manera que una pintura puede salir rápida y bien ejecutada, de la misma forma un par de malos pincelazos pueden desbaratar lo que pareciera una buena obra. La paciencia es fundamental, luego de superado esta condición mental el objeto de arte desaparece y el artista emerge de un mundo cuyo creador es él mismo, entrando a estados de conciencia inimaginables, donde la experiencia sensible lo es todo y donde la magia de la pintura se puede contagiar a otras personas, invitándolas a participar de una experiencia sin igual y siempre cautivadora.